Las aseguradoras y clínicas ofrecen diversas alternativas para enfrentar el cáncer, que van desde microseguros hasta programas premium. Y repiten el mismo consejo: mientras más temprano se adquiera una de estas opciones, mejor.

Según estadísticas del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), en enero de este año se abrieron un total de 1,211 historias clínicas de cáncer. De éstas, 312 correspondieron a mujeres entre 45 y 64 años y 168 a hombres mayores de 65, los grupos etarios de mayor incidencia para cada género. La proporción se repite con las más de 15,000 historias abiertas el año pasado, con el añadido de los hombres entre 45 y 65 años, que en algunos meses fueron el grupo más afectado.

“El 66% de los casos de cáncer se diagnostica a partir de los 55 años”, apunta Luis Barriga, gerente comercial del Instituto de Oncología de Lima. Ello genera que el público objetivo de los diferentes seguros y programas de salud con coberturas oncológicas tenga edades cada vez menores. Por ejemplo, de acuerdo con Sebastián Céspedes, gerente general de la clínica Ricardo Palma, el 55% de afiliados de su programa integral de salud tiene menos de 40 años, mientras que el 10% corresponde a mayores de 70 años.

Por su parte, Luis Felipe Pinillos, gerente general adjunto de Oncosalud, afirma que el 66.3% de sus afiliados sigue vivo cinco años después de haber sido tratados por cáncer. “Este porcentaje es igual al de EEUU y mayor al de Europa”, detalla.

“La edad se convierte en el principal factor de riesgo para desarrollar cáncer, sobre todo en los tumores más frecuentes: estómago, mama, próstata y pulmón”, afirma Barriga. Y, por ello mismo, la edad también se convierte en un factor clave para decidir la contratación de algún mecanismo de prevención. Por ello, nunca es demasiado temprano –ni demasiado tarde– para darle una mirada a la oferta local de seguros y planes de salud oncológicos.

Bien seguros

En el mercado local hay tres maneras de estar preparados ante el posible padecimiento de un cáncer: un programa exclusivamente oncológico, un plan de salud integral y un seguro oncológico. “Las EPS y las aseguradoras son las únicas que pueden brindar seguros propiamente dichos, mientras que todas las demás empresas, incluidas las clínicas, sólo podemos ofrecer programas de salud”, explica Adolfo Romaní, gerente comercial corporativo de la clínica San Pablo.

“La única aseguradora que brinda activamente seguros oncológicos que cubren el tratamiento integral del cáncer es Pacífico Seguros, con coberturas tanto en el Perú como en el extranjero”, explica Guillermo Garrido Lecca, gerente general adjunto de dicha empresa. Asimismo, cuenta con un seguro que cubre enfermedades graves, el cual incluye tratamiento del cáncer y otras seis enfermedades catastróficas en el Perú y en el extranjero.

Por su parte, Rimac y La Positiva vienen apostando por seguros indemnizatorios. Incluso, la oferta de esta última incluye microseguros, con opciones de prima mensual de S/.5.00 para una suma asegurada de S/.7,500. Mientras tanto, Rimac ofrece diversos paquetes para enfermedades catastróficas, incluido uno exclusivamente oncológico, que pueden complementarse modularmente. En el caso de esta aseguradora, las coberturas varían entre los US$10,000 y los US$30,000. Además, como apunta Marcelo Escobar, gerente de la división de riesgos humanos de Rimac, los planes de los trabajadores afiliados a EPS también incluyen coberturas para tratamientos oncológicos. Así, quien ya está suscrito a una EPS puede tomar un seguro indemnizatorio para cubrir los gastos adicionales de la enfermedad o para afrontar una eventual disminución en sus ingresos.

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